miércoles, 10 de junio de 2009

EDICIÓN # 6. MAYO JUNIO 2009

EDITORIAL
INTERNACIONALIZACIÓN DEL TERROR.

El nuevo régimen del terror implementado últimamente por los grupos paramilitares ya trascendió la frontera colombiana exportándose hacia Venezuela de una forma idéntica al “modus operandis” de las hordas paramilitares, que han sembrado de el terror y la muerte no sólo en este país, sino en toda la América latina, cuando de tumbar revoluciones se trata. Casos similares sucedieron en Cuba, Nicaragua, Guatemala, entre otros.
Mientras que en Colombia 17 departamentos sufren un toque de queda ilegal, en Venezuela los estados fronterizos, específicamente el Estado Zulia y el Estado Táchira se han visto afectados por panfletos amenazantes iguales a los que se implementaron en el hermano país.
El objetivo de los panfletos amenazantes es, según lo que dicen éstos, acabar con la delincuencia, la prostitución y la drogadicción, lo cual en cierto modo es aceptado por la población de manera justificada, que es por el bien de todos, para acabar con la delincuencia y otras cosas. En realidad este método de intimidación, es el inicio de un régimen terrorista que busca deslegitimar el proceso revolucionario, crear estadísticas de muertes, que alarmen a la población y generar un caos social, que desestabilice al gobierno nacional y genere matrices de opinión contrarias la realidad.
Pero demos una mirada a la cara real de este método de terror. Al inicio se intimida a la población, pero también se busca adormecerla, a las comunidades ante las situaciones de violencia y los asesinatos que siguen a los panfletos amenazantes. Su estrategia podría ser la siguiente, que es la que han aplicado en países como Colombia:
· Se lanzan panfletos de amenazas contra los delincuentes comunes, las prostitutas, los enfermos de SIDA, los homosexuales, entre otros, este es un método aplicado por el fascismo desde mucho tiempo atrás.
· Se inician los asesinatos de delincuentes de barrio, de drogadictos, entre otros, para crear en las personas la idea “si lo mataron era porque debía algo”, esto permite ganar afectos en la población ante este tipo de hechos y violaciones contra los derechos humanos.
· Esto permite que la comunidad no denuncie, por temor. Además de que se acostumbre a los hechos de violencia y muerte y que cree una matriz de opinión en contra de la seguridad que el estado debe prestar (esto para el caso de Venezuela).

· Es entonces cuando se empiezan los asesinatos selectivos contra líderes, personalidades, dirigentes campesinos, comunitarios, entre otros, descabezando los movimientos y las organizaciones sociales, para crear caos y todo lo que hasta ahora se ha visto en Colombia.
Ante esto hechos vemos como se implementa una maquinaria del terror a nivel internacional, para desestabilizar gobiernos progresistas o de izquierda que sean un obstáculo para la dominación continua del imperio sobre nuestros países.
Poco a poco vemos con preocupación cómo los estados venezolanos que comparten frontera con Colombia están siendo “invadidos” cada vez más por los grupos paramilitares y su maquinaria terrorista, auspiciado por las oligarquías locales, los grandes productores agropecuarios, que poco a poco lo van trayendo estas hordas de asesinos, para hacer la contra revolución a Venezuela.
En poblaciones venezolanas, al igual que las ciudades colombianas, los habitantes de sectores populares cierran sus puertas a tempranas horas de la noche, por miedo, dando paso al control de las libertades ciudadanas, a la violación de los derechos humanos y a la implementación de un toque de queda ilegal.
La población joven es la más afectada ante esta situación, pues en dichas amenazas se deja claro que “personas inocentes” pueden caer o morir equivocadamente, o sea que las victimas pueden ser por cualquier motivo y en cualquier momento.
El deber de la comunidad de ahora en adelante debe ser el de organizarse, no dejarse adormecer, ni atemorizar por estos verdaderos terrorista, que buscan intimidar a la población para hacer sus fechorías. No se debe ser cómplice por miedo de estos hechos. El pueblo organizado puede hacerle frente y demostrar que la Revolución bolivariana y latinoamericana será defendida en todo momento y en todo lugar.

EL PASADO NO ES PASADO, SON TIEMPOS DE ADELANTE QUE GUÍAN NUESTROS PASOS


Amanda Itnopa
En los últimos acontecimientos que han sucedido en América Latina, podemos observar giros que aclaran el panorama en cuanto a las posiciones y decisiones de nuestros pueblos, el derecho a la libre autodeterminación, a la aplicación de un nuevo sistema de gobierno encaminado hacia lo social, hacia la voluntad de las mayorías, hacia la recuperación de nuestra dignidad, de nuestra libertad y sobre todo de nuestra soberanía.
En la filosofía de nuestros pueblos ancestrales se dice que el pasado no es pasado, sino tiempos de adelante que guían nuestros pasos: los mejores tiempos y los mejores hombres regresaran… esto para algunos podría ser un mito, sin embargo observamos cómo se poco a poco se va transformando nuestras sociedades indoamericanas, retomamos el camino de vuelta a nuestras raíces, a nuestros principios ancestrales, demostramos que seguimos siendo el Avía Yala unificado que se derrumbó por causa de la invasión de las atrasadas culturas europeas.
Retornan los pueblos a la búsqueda de la verdadera libertad y cada día, aun por encima de los intentos del imperio y de las oligarquías locales de destruirlos y oprimirlos nuevamente, la lucha continua y se afianza. Muestra de ello, es que cada vez más crecen en nuestro continente los procesos de transformación. Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Argentina, Honduras, la gloriosa Cuba y ahora el Salvador han entrado en el tiempo de la recuperación de su dignidad, de su autonomía. Sus gobiernos encabezan la organización y unión de indo América, para contrarrestar las ofensivas del imperio.
Es pues el tiempo del retorno de los mejores tiempos, de los mejores hombres y mujeres, que guiarán los pasos de la humanidad hacia la verdadera transformación del planeta. Por un mundo nuevo es posible y necesario, Avía Yala es ahora la esperanza de salvar le Tierra. Esa es nuestra obligación para con nuestras futuras generaciones, entregarle un mundo diferente, humano, armonioso, donde el hombre y la naturaleza sean uno como antaño.

Nuestros ancestros nos acompañaran, nos guiaran, serán nuestra fortaleza y nuestro apoyo. Nuestros líderes necesitarán del acompañamiento de los pueblos. Y como se dijo en la segunda declaración de la Habana:
”Porque esta gran humanidad ha dicho: ‘¡Basta!’ y ha echado a andar. Y su marcha de gigantes ya no se detendrá Hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente”.








Un artículo de Eduardo Galeano
(Para mayores de 40)

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
¡Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.
¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de las Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa?
Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!! ¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y tire que ya se viene el modelo nuevo'.






Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las chapitas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela.. ¡Tooodo guardábamos!
¡¡¡Las cosas que usábamos!!!: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus.. Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto ca
cajón. Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón. Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor.
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos. Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo..
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.
Hasta aquí Eduardo Galeano


EL DÍA DEL TRABAJO


William H Ramírez P


Parece que los huesos de los pioneros que ahorcaron el 1 de mayo de 1886 en Chicago, por exigir mediante la huelga, 8 horas de trabajo, 8 horas de sueño y 8 horas de descanso, se están revolviendo en sus tumbas, indignados de ver las tristes condiciones de los trabajadores en los albores del siglo XXI, casi con las manos vacías, con el mismo acoso laboral y los mismos salarios de hambre, por los cuales fueron colgados.
¡No valió la pena que los colgaran!
Al paso que vamos celebraremos más bien el día del desempleo, el trabajo digno agoniza, el ansia desmedida de riqueza de los empresarios, que tienen como sus lacayos a los gobernantes corruptos, que venden la patria al mejor postor, que no representan esa dignidad que el pueblo les confirió, sino que se representan a sí mismo, a las trasnacionales, a los pulpos que succionan el sudor y la sangre del pobre obrero o del subempleado, que sale a la calle a ganarse un pan amargo y que tiene encima a la policía y al espacio público, listo a decomisar sus infortunados mercancías tan pobres como él.
El neoliberalismo es el reino de la injusticia social.
Socializando ideas con mis alumnas integrantes del grupo de teatro “Sol Naciente”, para el día del trabajo, una de ellas, apenas tiene 12 años, me sugirió -así lo vamos a hacer- colocar un obrero en un ataúd, con carteles invitando a las exequias del trabajo digno.
Pululan y se reproducen como cabezas de medusas, las vergonzosa cooperativas de trabajo, intermediarias miserables de las grandes superficies, de las cadenas de almacenes, de la gran industria, de la salud, de la educación, de la vigilancia, es decir de todo, que hacen una labor más de vampiros, que de intermediación, se quedan con el salario que fraccionan para tirar un pan amargo, a madres cabezas de familia, a tristes obreros, que cada día se dan cuenta de que difícil es conseguir el pan para llevar a la mesa.
Los sindicatos muchos de ellos corruptos, donde desde la izquierda, se da una carrera burocrática, con los mismos vicios y mañas de los partidos tradicionales, han perdido su fuerza de convocatoria, en parte por su misma corrupción, en parte por el exterminio de sus verdaderos líderes luchadores, a manos de paramilitares y oscuras fuerzas del estado, y porque las huelgas siempre se definen, al menos en Colombia -sospecho que también en Latinoamérica y el mundo- a favor del patrón, se cumple la premisa: Él que tiene la plata pone las condiciones.
Los obreros, cuando no les venden la huelga, después del desgaste económico, entran a bailar con la miseria, les descuentan hasta las lágrimas, mientras sus dirigentes con fuero sindical no
reciben ninguna rebaja y si vendieron la huelga grandes ganancias, son las tácticas del divide y reinarás, que han llevado al trabajo a perder su dignidad, ahora son contratitos de tres meses, a lo sumo de seis o una año, alquiler por prestación de servicios, cooperativas ladronas de intermediarios, con un estado insensible a lo social como gran el patrocinador de la miseria de sus electores y la precarización del trabajo.
En Colombia no es sino salir a la calle para darse cuenta de la irresponsabilidad de sus gobernantes, con un pueblo que no piensa y siempre elige sus mismos verdugos, o vende su voto a precio de huevo, por esa misma mentalidad de arrodillados que le han inculcado no solo las clases dirigentes, sino desde la escuela y desde los púlpitos, da grima el abandono del pueblo, cada día con la disculpa de la crisis, se despiden más obreros, se cambian de manera arbitraria y chantajistas, las condiciones laborales, el acoso laboral, raya casi en los límites del delito y ni siquiera el Chapulín colorado, podrá defender a los trabajadores, con ministerios de seudo protección social, ocupados por empresarios o súbditos de los grandes capitales, nadie defiende al trabajador, los sindicatos se quedan sin voz, en una fábrica los obreros sindicalizados cada vez son menos, el gran grueso de los trabajadores son contratados a destajos, no tiene voz, no tienen nada seguro, entonces nunca podrán plantear la reivindicación del paro, para presionar sus conquistas laborales, solo quedan cuatro o cinco peludos, que cuando levantan su voz sino los levantan a punta de plomo, les hacen la vida imposible o después de buscarles la caída los colocan de patitas en la calle.
Son pocos los empleos dignos con condiciones laborables estables y sobre ellos está la mira perversa del gobierno y los grandes industriales de acabarlos y dejar solo a los que laboran por contraticos, para tener un ejército de desempleados que les garanticen mano de obra barata.
En Colombia, se perdió de una manera tan absurda la vergüenza, que ya han colocado algunos gremios y ex ministros de hacienda, la monstruosa propuesta de rebajar el salario mínimo y el Ministro de Protección Social, dice que no hay propuestas vedadas, que en medio de las crisis todas las propuestas deben analizarse.
¡Qué desfachatez!
Pese a todo, el colombiano no pierden el sentido del humor, le saca pelos a una calavera, al desempleo, al narcotráfico, a gobiernos corruptos, a paramilitares, a masacres, al hambre, que genera violencia, prostitución y delincuencia común, vive feliz en medio de carros bombas, minas quiebra patas, de una miseria que avanza en Colombia , una casita para construir sus sueños, el primer puesto nos quedaría grande.
Con un fino humor negro, un desempleado se acerca a otro y le dice- Veo amigo que estás sin trabajo, quieres trabajar en una trasnacional, una empresa que tiene sucursales en todo el mundo y en un lugar bien céntrico de Medellín, como la carrera Junín, yo tengo el contacto y te pongo a “camellar”, ahí mismo.
Al otro desempleado, los ojos de la dicha le brillaron y creyendo tocar el cielo con las manos dice -¡Claro que estoy interesado! ¿qué tengo que hacer? ¿Cuál es el contacto?
-Muy sencillo amigo, el contacto es una cigarrería, cómprese un cartón de cigarrillos y empiece a venderlo en la carrera Junín.
Es una broma trágica, sin embargo la realidad la avala, últimamente he visto crecer gracias a las política neoliberales de nuestro gobierno, de manera espectacular los siguientes empleos: Niños y niñas que tiran peloticas en los semáforos, las vendedoras de tinto, los que se suben a los buses a cantar y vender toda clase de chucherías, los vendedores de CD piratas y libros, las estatuas vivientes, que con su arte le arrancan una moneda a la miseria, lo que cobran por el parqueo del carro en la calle, los limosneros y una grande lista de etc., trabajando bajo el sol y la lluvia, sin protección social, a la mano de Dios, las mujeres cada vez más jóvenes, que solo les queda su cuerpo como herramienta de trabajo para conseguir un puto pan, estos trabajos alejados dela dignidad, me confirman que en el año del señor de 2009, en el primer día de mayo, en realidad hay poco que celebrar.
Los mártires de otro 1 de mayo de 1886, que santificaron con su sangre importantes conquistas sociales a un capitalismo salvaje, tuvieron un sueño vano, hoy en día desbaratado por un neoliberalismo brutal, que ahorcó esas banderas, sepultando las conquistas laborales con la ayuda mezquina de quienes menos lo deberían hacer, los gobiernos de la seudo democracia.
¡Parece que los pioneros ante los capitalistas, perdieron su vida y su tiempo!


REALIDADES HISTORICAS


“Lo que nos ocultaron por más de cinco siglos”
Nohelia Castellanos


Durante la conquista se inició el largo proceso de formación de la sociedad colonial sobre la base de la población indígena sometida y la superposición del grupo de guerreros castellanos. Los españoles que arribaron a América lo hicieron convencidos de traer consigo los elementos de la civilización y por lo mismo negaron todo valor a las culturas nativas.
La sociedad colonial estaba organizada en un rígido sistema que distribuía la población en sectores claramente diferenciados y ordenados jerárquicamente.
El sistema social de la colonia no se entendería si no se tuviera en cuenta el factor racial. Su papel es tanto o más importante que los aspectos económico y cultural. La creencia de superioridad de la civilización traída por los españoles, que no fue más que la imposición por medios de armas técnicamente superiores de la violencia y la opresión, la derrota y el sometimiento de los indígenas y la importación de negros que poseían niveles culturales completamente diferentes a los de los españoles y los indígenas, determinaron , junto con el triunfo de los blancos, el imperio de un duro prejuicio racial, que la miseria y la abyección de los vencidos parecía justificar. La flojera, los vicios y toda clase de tachas morales, eran vistas como defectos inherentes a las razas indígena y negra, en contraste con la superioridad del elemento blanco. Esta valoración de la blancura actuaba poderosamente en la distribución de los individuos a escala social. Aquellos que exhibían rasgos blancos estaban seguros de conservar su situación o mejorarla y en ningún caso descenderían
muy bajo si la suerte les era adversa. En cambio, un mestizo o un mulato que acusase marcadamente su sangre indígena o negra, tenía vedado cualquier ascenso.
De esta manera el prejuicio racial actuaba como factor de estratificación social y a través de los siglos continuaría pesando fuertemente.
Podemos afirmar entonces, que la sociedad colonial, en Venezuela y en todo el territorio americano, estuvo marcado por el racismo, la opresión y el convencimiento de que sólo los europeos tenían derechos y los demás eran discriminados desde la negación de sus derechos políticos, hasta la marginación y esclavización como ocurrió con los indígenas y negros.
Como todo sistema de dominación, la colonia se impuso en nuestro continente por medio de la fuerza, la exclusión y la violación a todo tipo de derecho. Esto nos lleva a concluir que las garantías para una vida en igualdad de condiciones no existían en esa parte de la historia de nuestro continente.
Toda clase dominante logra imponer una ideología de sumisión a quienes oprime, además de cometer toda clase de abusos y atropellos contra los oprimidos.
A partir de esos abusos y faltas de garantías y derechos sociales, económicos y políticos, se gestó una disconformidad en los criollos, quienes lideraron un proceso de independencia del yugo español.
Sin embargo después de la muerte del Libertador en todo el territorio americano se sustituyó el poderío español, por la dominación burguesa y oligárquica, que hasta 1999 empezó a deshacerse gracias al proceso revolucionario bolivariano, liderado por el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías.
Esta realidad no es ajena a toda Latinoamérica, que hoy se encamina a rectificación del pasado histórica, a la recuperación de la memoria histórica y a la reivindicación de las poblaciones indígenas y negras, marginadas desde hace siglos por las oligarquías criollas de todo el continente. Nuestros países con Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba, Nicaragua, el Salvador, entre otros a la cabeza, reinician el camino a la reconquista de nuestra cultura, de nuestro poderío como pueblo, pero sobre todo hacia la recuperación de nuestra dignidad.

CULTURA SIN FORNTERAS


En esta edición de Cultura Sin Fronteras, haremos un homenaje al Poeta Uruguayo Mario Benedetti, quien recientemente falleció. Nos lega un tesoro incomparable de poesía, escribir para la libertad, el amor, la realidades que ha vivido nuestro continente y la decisión inclaudicable de seguir siendo libre, por medio de la poesía.






LENTO PERO VIENE

Lento pero bien

El futuro se acerca
Despacio
Pero viene

Hoy está más allá
De las nubes que elige
Y más allá del trueno
Y de la tierra firme

Demorándose viene
Cual flor desconfiada
Que vigila al sol
Sin preguntarle nada

Iluminando viene
Las últimas ventanas

Lento pero viene
El futuro se acerca
Despacio
Pero viene

Ya se va acercando
Nunca tiene prisa
Viene con proyectos
Y bolsas de semillas

Con ángeles maltrechos
Y fieles golondrinas

Despacio pero viene
Sin hacer mucho ruido
Cuidando sobre todo
Los sueños prohibidos

Los recuerdos yacentes
Y los recién nacidos

Lento pero viene
El futuro se acerca
Despacio pero viene

Ya casi está llegando
Con su mejor noticia
Con puños con ojeras
Con noches y con días

Con una estrella pobre
Sin nombre todavía

Lento pero viene
El futuro real
El mismo que inventamos
Nosotros al azar

Cada vez más nosotros
Y menos el azar

Lento pero viene
El futuro se acerca
Despacio
Pero viene

Lento pero viene
Lento pero viene
Lento pero viene.

Mario Benedetti.




TEORÍA DE CONJUNTOS
Cada cuerpo tiene
Su armonía y
Su desarmonía

En algunos casos
La suma de armonías
Puede ser casi
Empalagosa

En otros
El conjunto
De desarmonías
Produce algo mejor
Que la belleza

Mario Benedetti





No hay comentarios:

Publicar un comentario